Siempre tiene que haber un barquero

Conforme lo leía me sorprendió el uso de la segunda persona que, en general, solo había descubierto en la lectura de libro-juegos o alguna de mis viejas aventuras conversacionales. De este modo la aut... Conforme lo leía me sorprendió el uso de la segunda persona que, en general, solo había descubierto en la lectura de libro-juegos o alguna de mis viejas aventuras conversacionales. De este modo la autora te mete de lleno en la historia, convirtiéndote no solo en lector, si no en mudo interlocutor de este barquero que, a todas luces, necesita a alguien a quien contar su historia, creando una simbiosis de Escritor-Barquero / Lector-Pasajero. Más

Me he llevado una gran sorpresa con este relato en el que le da voz y al final voto, a uno de los personajes más ignorados de la mitología griega. Despliega sus pensamientos y anhelos durante siglos c... Me he llevado una gran sorpresa con este relato en el que le da voz y al final voto, a uno de los personajes más ignorados de la mitología griega. Despliega sus pensamientos y anhelos durante siglos cambiando de narrador entre barquero y cliente. Recomendado al 100%. Más