Holmes está molesto y así sólo comunica Watson, porque los asuntos que últimamente les han llegado para su resolución son de una nimiedad que no los hace acreedores de la profesionalidad del trabajo de investigación de Sherlock. — Fíjate Watson, nos acaba de pedir consejo una tal señorita Hunter sobre si debe o no aceptar o no un empleo de niñera. Es simplemente ridículo que nos molesten con estas tonterías. Pero cuando Violet Hunter explica a Sherlock las extrañas condiciones de trabajo que le ofrece su empleador, a Sherlock empiezan a brillarle los ojos, porque tiene claro que aquí hay algo en juego mucho más importante que un simple empleo.