Sherlock enseguida reconoce a un visitante inesperado: Percy Trevelyan un gran especialista en enfermedades nerviosas experto en catalepsia, que también fue compañero suyo de estudios. Cuando empezó, Trevelyan no tenía dinero para poder abrir una consulta en la exclusiva zona donde estaban los mejores especialistas, pero un mecenas llamado Blessington le propuso dejarle el dinero a cambio del 75% de sus beneficios. Después de una serie de extrañas circunstancias el señor Blessington aparece muerto. La policía lo califica como: un claro suicidio. Sherlock Holmes no está convencido.