A mediados del verano, Sherlock Holmes recibe la visita del joven John Héctor MacFarlane que parece ser sospechoso del asesinato de un constructor llamado Jonás Oldacre.
El joven está apesadumbrado porque todas las pruebas apuntan a que el ha cometido el delito. El inspector Lestrade de Scotland Yard localiza al joven en el estudio de Sherlock Holmes y ante las pruebas que considera evidentes lo detiene.
Este será el primer caso en el que Sherlock Holmes va a basar su investigación en el estudio de las huellas digitales, que realmente supuso una auténtica novedad para la época y que posiblemente le permita demostrar la inocencia del joven.