Holmes en un alarde de su impetuosidad habitual se presenta en la casa de Watson auto invitándose a pasar la noche allí, pero tiene sus razones: al día siguiente por la mañana temprano pide a Watson que le acompañe para intentar resolver el caso del muy extraño fallecimiento del coronel Barclay. El coronel era un respetado militar que estaba felizmente casado y cuya muerte no tiene explicación de clase alguna. Tras oír el personal de servicio discutir al matrimonio, cuando consiguieron entrar a la habitación, que curiosamente estaba cerrada con llave, el coronel estaba muerto en el suelo junto a su esposa que estaba desmayada. Todo parece indicar que la mujer es la asesina de su marido.