Me ocupé luego casi exclusivamente del género erótico porque es con lo que más éxito tuve. El encanto de lo prohibido es innegable. Pero pongo en público esta obra solo como curiosidad, por si alguien quiere ver cómo escribía este desparpajado autor de relatos eróticos mucho antes de escribir su primer relato erótico. El contraste puede ser cegador. Ojalá hubiese de público interesado en la fantasía, al menos una décima parte del público ávido de erotismo. Pero al contrario, lo que ha existido desde que se puede auto-publicar es una desbordada oferta literaria y casi nadie quien lea fantasía. Yo nunca moví un dedo ni gasté un centavo para promover "Cuentos eróticos sin filtro", pero ahí duró casi un año en el top. No obstante, posicionar una obra de fantasía es otro deporte. Los autores hacen uso de cualidades de vendedores, general y paradójicamente opuestas a las de escritores, para promover sus obras. Yo, me declaro incompetente como promotor.