Uno tiene que tomarse su tiempo para leerse la revista porque la calidad que este presenta se lo merece. Sin embargo, siempre hay partes que uno más disfruta y merecen una mención especial, y en mi caso fueron los relatos: "La torre de papel" de Ricardo Montesinos, "El horror" de Francisco Miguel Espinosa, "La niña muerta" de José Antonio Cotrina, "El futuro es azul" de Catherynne Valente y "Eros y Thánatos en el Studio54" de So Blonde, el cual disfrute más en su segunda lectura.
Asimismo, un estupendo trabajo que hizo Elías Combarro con su sección de "All Your Short Are Belong to Us" que me ayudó a descubrir aún más ficción de la que tanto me gusta.