Las horas tardías indicaban que no había lugar para el optimismo. A través del sucio ventanal de polvo y barro podía observar los últimos atisbos de un día demasiado breve para el invierno trans-currido. Hacerlo o no hacerlo era el dilema. El tiempo se consumía lentamente, así que se decidió a hacerlo.
Se consigue odiar al personaje, al menos en mi caso. Esta profesión no es de mis preferidas, pero el personaje es un tanto peculiar y ejerce la taxidermia "a su manera". No puedo dar más pistas.