Txabi Anuzita viene con una mochila de palabras en la que caben dos o tres vidas de las nuestras —quienes nos creemos gente normal—, porque lo que se comprueba en sus poemas es que no sabe vivir a medias, sino a órdagos de corazón. Pero, claro, cuando sale mal luego hay que echar mano del botiquín del alma... eso, más o menos, viene a ser este libro.