Sin duda estar castigado por tener un novio no era lo más sano.
Así que una vez pasado el trago amargo, Matteo está dispuesto a darse la oportunidad de salir con una bonita muchacha que llamó su atención.
Tal vez se estaba apresurando, cambiando tan drásticamente de gustos: De un chico deportista a una chica amante del color rosa y las cosas Kawaii.
Sin embargo, Matteo debería aprender a no juzgar un libro por su portada y dejarse sorprender por quién esta bajo la purpurina y los volantes.