Puede parecer que este libro trata sobre libros –sobre su almacenamiento, las distintas formas de robarlos, los vicios que suscitan o sus digestiones–, pero la realidad es otra. Se trata de un panegírico. Una apología de la lectura. Una alabanza del lector (...) Gladstone y Roosevelt, Wharton y Woolf, Roberts y Carroll son aquí "lectores". Esta es la clave de los textos que reunimos en este volumen.
A veces podrá darnos la sensación de que se enfrascan en otras cuestiones, pero quien preste atención observará cómo no logran reprimir del todo una sonrisa furtiva al saberse entre iguales. Porque, como los tahúres de Las Vegas, estos lectores saben que lo que pasa en los libros se queda en los libros.
W. E. Gladstone (1809-1898) fue anglicano, inglés y primer ministro de Inglaterra en cuatro ocasiones, y un entusiasta coleccionista de libros desde sus días de colegial en Eton.
El norteamericano Theodore Roosevelt (1858-1919), calvinista, historiador y vigésimo sexto presidente de los Estados Unidos; también Nobel de la Paz.
Lewis Carroll (1832-1898), diácono, matemático, tartamudo, incipiente fotógrafo, glorioso autor de Alicia en el País de las Maravillas.
William Roberts (1862-1940) fue un impresor que conocía al dedillo las subastas de arte.
Virginia Woolf (1882-1941), intelectual, editora, autora de primer orden, son famosos sus ensayos sobre la condición de la mujer y sus novelas como La señora Dalloway u Orlando.
Edith Wharton (1862-1937) ganó un Pulitzer en 1921 con La edad de la inocencia y se granjeó en vida una merecida fama como decoradora e interiorista.
Presentación y traducción de Íñigo García Ureta.