Al coger este libro no tenía muy claro lo que me iba a encontrar, pero eso no me impidió engancharme desde la primera página. Se trata de una historia de suspense con tintes paranormales que, a mi, me han parecido muy bien llevados. No llega a ser una historia de miedo, pese a las apariciones, sino más bien un thriller muy interesante. Sus puntos fuertes es que viajaremos a la Islas Canarias y hasta Miami o Cuba, que el misterio se prolonga a lo largo de toda la novela sin darte un respiro y que todo queda muy bien hilado.
Quizás lo único que no me ha convencido del todo es alguno de los diálogos y los personajes, que, aunque están bien definidos, necesitarían algunas pinceladas más. Pero estoy convencida de que, poco a poco, el autor irá mejorando los pocos aspectos que le fallan.
Sin duda estaré muy atenta a sus pasos.