Después del colapso, la vida en la ciudad se ha vuelto muy dura. Lo saben bien Gata, Largo, Bromas, Mono y Canas. Los alimentos escasean; el agua está contaminada; el entorno es hostil. Los veranos son sofocantes; los inviernos, gélidos, cubren todo con una gruesa capa de nieve negra implacable. La vida se ha convertido en una lucha contrarreloj por la supervivencia. Cada día que pasa es una gran victoria.