Una historia ágil, entretenida, que se me hizo súper breve (lo que habla a su favor) y que combina el western con el steampunk en una ambientación que, de alguna manera, la imaginé como una película animada de Estudio Ghibli. Ignoro cuáles habrán sido las fuentes de inspiración del autor, pero el ojo de mi mente, al menos, vio en cada paisaje, en cada aeronave con sus motores a vapor, sus piezas y engranajes y, sobre todo, en cada personaje, el trazo de Hayao Miyazaki. Una aventura muy disfrutable que deja a los héroes en situación, y los suficientes cabos abiertos, como para dar pie a una serie. Y de ser así, allí estaré para leerla.
Tengo en mente volver a escribir aventuras de Bill Scoutt en esta misma colección, pero como verás por las entregas siguientes, primero voy dando salida a otras series paralelas de estos «Mundos Steampunk». Poco a poco voy anunciándolo todo en mi página web. ¡Muchas gracias por tus comentarios!