Os voy a contar una historia que nunca he contado a nadie. Un cuento que se susurra en las partes más oscuras del bosque. Un cuento para aterrorizar a los monstruos. Y espero que cuando termine hayáis aprendido algo, porque para eso sirven las historias.
Os voy a contar cómo sobreviví a la Corte Ruin.
Los cuentos de hadas no te han preparado para Elfhame. En el reino feérico las princesas no tienen corona, los monstruos saben sonreír y las brujas te cantan antes de dormir. Y en una historia donde nada es lo que parece, una niña con lobos en el estómago y arañas en el corazón es libre de ser quien quiera ser.