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La primera etapa como chupasangre siempre es complicada, sobre todo cuando tu creador sabe menos de vampiros que tú y se niega a salir del mausoleo en el que vive. Mucho tiempo atrás, antes de conocer a Lore y a David, Andi no tuvo más remedio que enfrentarse a cambios vitales que iban mucho más allá de lo que una espera de la adolescencia. Y también tuvo que acostumbrarse a una dieta bastante más... líquida.
Esta historia forma parte del universo de «Todos los vampiros tienen colmillos».
Al igual que «No esta noche», puede leerse de forma independiente, aunque te perderás bastantes guiños y referencias. Lo aconsejable sería leerlo a continuación de «Todos los amigos saber guardar secretos». Si lo lees después de «No esta noche», pese a estar situado en un momento anterior, no hay ningún problema.
Aunque «Todos los vampiros tienen colmillos» y «Todos los amigos saber guardar secretos» son novelas juveniles, los cuentos independientes tienen un tono y contenido un poco más crudo y alguna escena podría resultar perturbadora.