El libro consta de siete relatos de suspense y terror.
En ellos nos adentramos en las profundas pesadillas que cada uno de sus personajes están condenados a vivir en escenarios cotidianos como el hogar donde vivimos, la casita de vacaciones de nuestros padres, una simple tienda de zapatos o una llamada de un teleoperador.
Estos diferentes escenarios demuestran que cualquier lugar es apto para poder sentir un temor irracional; no solo hay que temer a las leyendas, sino también a los hechos más humanos.
Nuestras decisiones y los caminos que escogemos pueden estar llenos de retorcida oscuridad.
En todo momento la tensión es palpable, sin saber que es locura o realidad.